OTRA VEZ NO,THOMB

Ordeno y mando
Amélie Nothomb
Anagrama, 2010
Traducción de Sergi Pàmies
|153 p.|15 euros|ISBN:9788433975256|

Debe ya de ser una costumbre cíclica. Cada dos o tres años, saca un libro interesante; lo demás es relleno. Como este libro nuevo. Creo que he leído una cantidad suficiente de libros de Amélie Nothomb, algunos con verdadero placer y admiración (El sabotaje amoroso, Higiene del asesino, Ácido sulfúrico y Diario de Golondrina, por ejemplo), como para tener un criterio más o menos fiable (para mí, sobre todo) a la hora de hablar de su obra. Su universo es particular; un poco loco, a veces cruel, refinado, femenino, atractivo, feroz; es una escritora con un discurso exclusivo, una prosa exacta, aunque a veces sospecho que Sergi Pàmies, su traductor al español, le hace más de un favor cuando la vierte a nuestro idioma; su trayectoria exitosa y su trabajo constante (publica desde 1992 un libro al año); su personalidad, magnética, su belleza lánguida pero no impostada; tiene cientos de miles de lectores fieles, como yo. Pero los lectores fieles también nos cansamos. Decidí no leer Antichrista porque me pareció un timo editorial —quince euros por poco más de veinte folios—, y me da igual si parece que valoro la literatura por centímetros —la literatura no, mi bolsillo—. (Por cierto que es curioso que la web de la editorial ponga "160 páginas" cuando en realidad la novela acaba en la página 153; ¿qué ganan con siete páginas más? ¿Justificar los 15 euros que cuesta? Es absurdo -y algo pícaro, la verdad-).
Este Ordeno y mando —más bonito, y justificado, el título en francés: Le fait du prince— promete al principio una historia colindante con las imaginaciones más disparatadas de Boris Vian —alguna reseña mediocre la compara con Jean Cocteau—, con la vorágine de un Roberto Arlt, quizá: un hombre suplanta la identidad de un sueco que acaba de conocer y que muere repentinamente; pero pronto se diluye en un callejón si salida donde la historia naufraga. Dicen que el estilo en francés domina el contenido anecdótico con éxito, pero me temo que eso no ha pasado al español. Simplemente se convierte en un libro aburrido que carece de final porque la autora no supo, o no lo encontró en el berenjenal en que metió a su personaje. Para hacer absurdo literario no basta con sacar un rinoceronte o preguntar si la cantante calva sigue llevando el mismo peinado: hay que tener algo trascendente que decir. Y yo creo que Nothomb no tiene nada que decir aquí, salvo que le gusta mucho el champán, que los escenarios glamurosos le chiflan y que sabe cómo esquivar las escenas de sexo y aun así ser rabiosamente erótica.
La novelas de esta escritora belga nacida en Japón se dividen, hasta donde he podido constatar, en dos grupos: las que tratan de su propia vida, de su infancia, de su adolescencia, de sus amores, de todo lo biográfico que la ha hecho como es; y las que tratan de sus obsesiones simbólicas y literarias, las que la convierten en esa adorable freaky que muchos queremos leer y que tiene tanto éxito en Francia y en España.
Yo agrego un tercer grupo: las novelas malas. Como esta. jcch.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una reseña magnífica. Por fin alguien dice la verdad sobre una escritora ascendida a los altares literarios sin merecerlo. Para escribir un libro digno al año hay que tener cosas que contar, y contarlas bien, y Amélie Nothomb es impredecible como una veleta.

aoi dijo...

También llevo leídas muchas de las novelas traducidas al castellano, al punto que creo que sólo me falta Brillante como una cacerola y Las catilinarias... la división que yo hago de sus novelas se asemeja mucho a la expuesta sólo que la no-autobiográfica la califico de novela de asesinatos o muerte por ello novela negra???
Me sorprende que gustara: Ácido sulfúrico, que creo muy, muy floja si se ha leído la larga marcha de Stephen King, pero la otra novela que no puedo sufrir es: Diccionario de los nombres propios donde, me parece Nothomb nos toma el pelo con un absurdo y mal tratado final.
El resto de novelas, me han causado una buena impresión siendo originales, de temática y punto de vista en muchos casos. Y es una escritora a la que sigo regularmente, y me gustaría recomendar pese a todo...
Una pregunta: ¿a qué viene el cambio del título de Le fait du prince --> Ordeno y mando :shock:?
Gracias de antemano.
Sayounara,aoi

Juan Carlos Chirinos dijo...

Gracias por escribir, aoi; la verdad es que no sé lo del título en españo, quizá porque traducir lo que significa es más o menos difícil, algo como "se hace lo que yo digo", aunque en la novela hay un momento en el que se explica eso.
Sí me gustó "Ácido sulfúrico", pero confieso que no he leído el libro de King, y me apresuro a buscarlo. Yo tampoco he leído "Las catilinarias" que no he conseguido en español (¿está traducida?), ni "Brillante como una cacerola", ojalá las encuentre.
Es buena esa clasificación de novelas negras y biográficas; aunque todo en ella es bastante dark, que es una de las cosas que me encanta de sus libros; yo la recomiendo también, sobre todo los liros que me gustan, pero no deja de frustrarme cada vez que saca un libro malo: sigo fiel a ella, es como un vicio leerla, y me pasa quizá sólo con Amélie...
Gracias por pasar por aquí, aoi y anónimo...