LaMancha#24, noviembre de 2009
Juan Carlos Márquez
El Dr. Solomon nos había prevenido acerca de la voracidad del tumor alojado en el pulmón izquierdo de Jill, pero ni en los cálculos más alarmistas llegamos a barajar esa clase de inminencia.
—Ocho meses, quizá diez, con fortuna un año—eso es cuanto dijo mientras garabateaba una serie de arabescos en una receta—. Esto es sólo un opiáceo, señorita—añadió luego—, le ayudará a paliar el dolor en el tórax.
El Dr. Solomon nos había prevenido acerca de la voracidad del tumor alojado en el pulmón izquierdo de Jill, pero ni en los cálculos más alarmistas llegamos a barajar esa clase de inminencia.
—Ocho meses, quizá diez, con fortuna un año—eso es cuanto dijo mientras garabateaba una serie de arabescos en una receta—. Esto es sólo un opiáceo, señorita—añadió luego—, le ayudará a paliar el dolor en el tórax.
COSA NOSTRA
Bruno Mesa
Lo vi llegar cabizbajo una noche, con un suéter de rombos y un libro de Baudelaire bajo el brazo. Era joven, menudo, con gafas pequeñas y ojos marrones. No pudo saludar a nadie, porque no conocía a nadie. Se sentó en una esquina del salón de actos y se puso a leer. No cerró el libro hasta que no empezó la presentación. Estaba claro: no era de los nuestros.
LOS SORDOS TRILINGÜES
Juan Carlos Chirinos
Tres compartían el viejo faro del pueblo. Nadie les hablaba; “esa gente no es amigable; huye de la sonrisa de los demás”, explicaban.
DIARIO PÓSTUMO
Ernesto Pérez Zúñiga
Primer día. Si se puede considerar el tiempo.
No logré conocerla. En la recepción del hotel le dejé una nota que no decía gran cosa: que por sus ojos, que por su cuerpo, que por la inocencia de su rostro.
No logré conocerla. En la recepción del hotel le dejé una nota que no decía gran cosa: que por sus ojos, que por su cuerpo, que por la inocencia de su rostro.
EL COCODRILO SUEÑA CON LA POESÍA DEL SIGLO XIX
Juan Carlos Méndez Guédez
El cocodrilo suele soñar que una pulga camina por su hocico y que al llegar cerca de sus ojos le recita los cuatro primeros versos de la Silva a la agricultura de la zona tórrida.
Cuando el psicoanalista escucha este reiterado sueño, mira hacia el techo y mientras suspira realiza un gesto para que el cocodrilo continúe su relato.
Cuando el psicoanalista escucha este reiterado sueño, mira hacia el techo y mientras suspira realiza un gesto para que el cocodrilo continúe su relato.
PRÍNCIPES
Nicolás Melini
M. me ha contado
varias veces
lo mucho que conversa
la pareja
que
duerme todas
las
noches
en el cajero
del banco de aquí
al lado
varias veces
lo mucho que conversa
la pareja
que
duerme todas
las
noches
en el cajero
del banco de aquí
al lado
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Windows Silda, por Juan Carlos Chirinos
Musa a las nueve, por Ernesto Pérez Zúñiga
El año decisivo, por Juan Carlos Méndez Guédez
Independence Day, por Nicolás Melini