ENCANTADO DE MATAR

Diario de Golondrina
Amélie Nothomb
Anagrama, 2008.
|112 p.|12 €|ISBN:9788433974679|
Traducción de Sergi Pàmies

No hay nada más creativo que la soledad. Un día cualquiera te sientes aburrido de la vida, hastiado de lo que haces y, como vives solo, tienes tiempo para pensar en la manera más eficaz de acabar con esa incómoda sensación. Y descubres que lo único que sacia tu sed de dinamismo y tus instintos más básicos es matar por encargo. Sin odio, sin ideología, sin cinismo ni sicopatía: matar por el puro placer de hacer un trabajo bien hecho.
Eso le ocurre al sicario enamorado de Golondrina en la más reciente novela de la escritora belga Amélie Nothomb. La más reciente en español, porque en diciembre de 2007 apareció en Francia su Ni d'Eve ni d'Adam.
Desde que leyera El sabotaje amoroso y Estupor y temblores no he dejado de seguirle la pista a sus novelas, que religiosamente traducen cada año, pues cada año entrega a los lectores un nuevo libro. Según ha confesado, suele escribir cuatro novelas al año y de ellas escoge una para publicar (¿qué hace con las demás?). Este ritmo de trabajo, desde luego, promete mucho oficio pero también algo de mecanicismo y formulas ya conocidas. A veces, francos bodrios; y a veces, tramposos libros de treinta folios "engordados" con muchos espacios en blanco para que el ejemplar pueda llegar a los rentables 12 euros. En el caso de Antichrista fue muy evidente, razón por la cual evité comprarlo.
Pero esta vez la señorita Nothomb ha dado de nuevo en el clavo entregando una historia llena de morbo y sensaciones: llena de perversidad, territorio en el que ella se mueve con gran soltura y autoridad. Una delicia de lectura para los que amamos la mala intención di sus palabras, pero también para los que sepan esperar con paciencia a que ella desarrolle sus ideas. Porque no se engañe nadie: aunque el libro es breve, la autora se da tiempo para decir las cosas, para que ocurran los breves momentos de la anécdota.
Una imagen impagable: Golondrina comiendo papel, como si se fuera un Firmin cualquiera.
Para fanáticos: para curiosos: para los morbos: para disfrurar del encanto de matar.jcch.