¿TODO LO SÓLIDO SE DESVANECE EN EL AIRE?

Juan Carlos Chirinos



«He de saber cómo se logra una intervención efectiva en una conversación que no te interesa y que deseas que se acabe ya, como si nunca hubiera existido»; los modelos de escritura que aplico mientras escribo siguen una pauta determinada y me gustaría saber cuál es, o cuáles son, esas pautas, porque no puede ser que el discurso discurra por su cuenta sin que uno se entere de su propia formación, ¿por qué elijo una palabra y no otra, por qué elijo una manera de decir y no otra? Es algo que hay que preguntarse, sí, pero mucho más hay que ponerle atención a lo que hacemos mientras escribimos; incluso los errores a la hora de escribir, las palabras mal tipeadas, las que se corrigen, las que se agregan al diccionario para que no molesten; cada uno de esos elementos es importante a la hora de entender el desarrollo del discurso del pensamiento sobre el papel. En principio, son las preposiciones las que sirven de conectores entre una frase y otra si es que acaso quiero hacer más fluido el texto, pero no aburrido. Otras veces, en cambio, hago frases cortas. Para despertar, quizá, el interés del lector. Cosa que hago también con el uso de los, llamémoslos por su nombre, incisos. Y luego están los signos de puntuación, que sirven para que el discurso, que se va desarrollando en mi cabeza en el ámbito tridimensional, caiga en la forma plana del papel de manera que otros puedan entenderla: sé que si no escribo puntos ni comas ni dos puntos si dejo que las palabras se agrupen una detrás de otra sin imprimirles las necesarias pausas que dan los signos de puntuación y otros signos que no son el alfabeto propiamente dicho si no coloco entre paréntesis esta pregunta alguien podría confundirse mientras la lee y podría también perder el hilo de lo que desarrolla esta reflexión y si ni siquiera coloco los signos de interrogación pregunto qué puede ocurrir en el que lee el texto pues que se abre un abismo blanco en la sinapsis del entendimiento y se vuelve complicado entender y además la velocidad de lectura se reduce sensiblemente porque el acto de la lectura es un acto de comprensión no de seguimiento porque de lo contrario cualquiera podría entender la Ética demostrada según el orden geométrico con solo colocar los ojos frente a las palabras de Spinoza y todos sabemos que eso no es así ni muchísimo menos. Entonces regreso al inicio de este texto y me pregunto: ¿debe uno casar todas las conversaciones que pesque en el ambiente, o hay que dejarlas desvanecerse en el aire como dice Marx que se desvanece todo lo sólido? Doblar el discurso sobre sí mismo y hacer que se toque la epidermis causa un rumor en el pensamiento como de altavoz encendido y sin conexión. Sólo las patas de los elefantes perciben el verdadero sentido de lo que se dice en momentos así.
Pero nada dicen sus trompas.

1 comentario:

hatoros dijo...

SI O NO LO QUE SE PREFIERA, AUNQUE LAS TROMPAS NADA DIGAN PERO SIENTAN AUNQUE MIENTAN