Juan Carlos Chirinos
Quiero leer libros, muchos libros, vivir solo dentro de la literatura.
«Un militar cubano ocupándose del problema energético en Venezuela; si eso no es entregar el país a la dictadura de los Castro, no sé qué puede ser. Que sepa el presidente venezolano que la traición a la patria es un delito por el que ha de responder tarde o temprano»
Quiero ser Alicia, como ella, hacia ella; caer por el hueco de las palabras y alejarme del mundo
«También el III Reich iba a durar 1000 años, según Hitler: “Chávez dijo que está dispuesto a gobernar 11 años más ‘si el pueblo lo quiere’ y pronosticó que ‘la revolución bolivariana’ durará por lo menos 900 años»
O Ana Frank. Escondida como Ana Frank en una buhardilla, la buhardilla de la ignorancia y el olvido.
«Yo supongo que todos estamos de acuerdo en que vividores, sinvergüenzas e ignorantes se reparten igualmente entre chavistas y opositores, sólo que los chavistas nos obligan a verlos en televisión y se están rumbeando los reales en estos momentos. De hecho, sabemos que muchos de los sinvergüenzas y vividores que no movían una paja y cobraban del gobierno (pongamos becas del Conac, para pensar en los sinvergüenzas más cercanos a mi experiencia) en la Cuarta República, se acomodaron con facilidad a la realidad chavista y siguen haciendo lo que siempre han hecho (cobrando): nada. Las novelas de Gallegos, y los poemas de Andrés Eloy Blanco (pienso en La Juanbimbada) fueron “codificados” por el partido Acción Democrática (AD) en una frase más poderosa que cualesquiera de esas obras: pan - tierra - trabajo, una consigna que, como dice Ana Teresa Torres, es el “relato”, “entendido como una matriz explicativa de la realidad”: en un país de campesinos, nada más claro que prometer esas tres cosas. Y ese fue un punto fuerte de AD hasta que el país progresó y se convirtió en otra cosa que los herederos de Rómulo Betancourt no entendieron, porque no supieron o no quisieron»
Quizá Dorothy. Muchas veces. Que me lleve un tornado de libros y me deje en la tierra de Oz, allí donde no pueda pensar más.
«¿Cuál es el relato de hoy? Víctor Bravo lleva años comentando que no hay en Venezuela aún una novela que sea “reflejo especular” de la realidad venezolana, aunque yo pienso que los escritores no tienen por qué ser espejo de ninguna realidad en particular, pues se arriesgan a caer en las garras del panfleto; ese es un trabajo de todos, no solo de escritores inspirados. Hay que mirar qué es lo que tenemos, con qué contamos para entender nuestra realidad. Que cada vez está más empobrecida intelectualmente, porque eso es lo que le conviene a Chávez; mientras más vulgaridad se desparrame por el país, mejor, porque así se puede desplegar la humillación de la violencia, la ceguera del fanatismo, que es el territorio donde los más mediocres medran con más eficacia»
Tal vez no rechazaría ser doña Bárbara, para someter a los escribanos que estén a mis órdenes; o ser Magda Goebbels, para dormir a mis libros y luego meterles a cada uno en la boquita una cápsula de cianuro, para que mueran con dignidad, pues como ella diría, es mejor que mis hijos mueran a que vivan en la vergüenza y el oprobio.
«Lo que no me explico con demasiada claridad todavía es cómo hay escritores e “intelectuales” chavistas que justifican este desastre con su apoyo y su silencio borreguil; se supone que eran personas inteligentes, sensibles, conscientes. Pero un día los llevan a Aló, presidente y se desparraman en halagos y sonrisas lúbricas de Mujiquitas recién descubiertos. ¿Cómo duermen por la noche cuando han tenido que reírle las sandeces al presidente, al ministro de Cultura y a todos los mediocres que ahora dirigen alguna institución cultural?»
Un misterio para mí esto, desde luego.
Quiero leer libros, muchos libros, vivir solo dentro de la literatura.
«Un militar cubano ocupándose del problema energético en Venezuela; si eso no es entregar el país a la dictadura de los Castro, no sé qué puede ser. Que sepa el presidente venezolano que la traición a la patria es un delito por el que ha de responder tarde o temprano»
Quiero ser Alicia, como ella, hacia ella; caer por el hueco de las palabras y alejarme del mundo
«También el III Reich iba a durar 1000 años, según Hitler: “Chávez dijo que está dispuesto a gobernar 11 años más ‘si el pueblo lo quiere’ y pronosticó que ‘la revolución bolivariana’ durará por lo menos 900 años»
O Ana Frank. Escondida como Ana Frank en una buhardilla, la buhardilla de la ignorancia y el olvido.
«Yo supongo que todos estamos de acuerdo en que vividores, sinvergüenzas e ignorantes se reparten igualmente entre chavistas y opositores, sólo que los chavistas nos obligan a verlos en televisión y se están rumbeando los reales en estos momentos. De hecho, sabemos que muchos de los sinvergüenzas y vividores que no movían una paja y cobraban del gobierno (pongamos becas del Conac, para pensar en los sinvergüenzas más cercanos a mi experiencia) en la Cuarta República, se acomodaron con facilidad a la realidad chavista y siguen haciendo lo que siempre han hecho (cobrando): nada. Las novelas de Gallegos, y los poemas de Andrés Eloy Blanco (pienso en La Juanbimbada) fueron “codificados” por el partido Acción Democrática (AD) en una frase más poderosa que cualesquiera de esas obras: pan - tierra - trabajo, una consigna que, como dice Ana Teresa Torres, es el “relato”, “entendido como una matriz explicativa de la realidad”: en un país de campesinos, nada más claro que prometer esas tres cosas. Y ese fue un punto fuerte de AD hasta que el país progresó y se convirtió en otra cosa que los herederos de Rómulo Betancourt no entendieron, porque no supieron o no quisieron»
Quizá Dorothy. Muchas veces. Que me lleve un tornado de libros y me deje en la tierra de Oz, allí donde no pueda pensar más.
«¿Cuál es el relato de hoy? Víctor Bravo lleva años comentando que no hay en Venezuela aún una novela que sea “reflejo especular” de la realidad venezolana, aunque yo pienso que los escritores no tienen por qué ser espejo de ninguna realidad en particular, pues se arriesgan a caer en las garras del panfleto; ese es un trabajo de todos, no solo de escritores inspirados. Hay que mirar qué es lo que tenemos, con qué contamos para entender nuestra realidad. Que cada vez está más empobrecida intelectualmente, porque eso es lo que le conviene a Chávez; mientras más vulgaridad se desparrame por el país, mejor, porque así se puede desplegar la humillación de la violencia, la ceguera del fanatismo, que es el territorio donde los más mediocres medran con más eficacia»
Tal vez no rechazaría ser doña Bárbara, para someter a los escribanos que estén a mis órdenes; o ser Magda Goebbels, para dormir a mis libros y luego meterles a cada uno en la boquita una cápsula de cianuro, para que mueran con dignidad, pues como ella diría, es mejor que mis hijos mueran a que vivan en la vergüenza y el oprobio.
«Lo que no me explico con demasiada claridad todavía es cómo hay escritores e “intelectuales” chavistas que justifican este desastre con su apoyo y su silencio borreguil; se supone que eran personas inteligentes, sensibles, conscientes. Pero un día los llevan a Aló, presidente y se desparraman en halagos y sonrisas lúbricas de Mujiquitas recién descubiertos. ¿Cómo duermen por la noche cuando han tenido que reírle las sandeces al presidente, al ministro de Cultura y a todos los mediocres que ahora dirigen alguna institución cultural?»
Un misterio para mí esto, desde luego.
2 comentarios:
Estupenda la mezcla de deseos y realidad
Magnífico como siempre.
ALGUNA VEZ UNO ME DIJO:
¡DEJA DE LEER Y ESCRIBIR!
¡VUELVE AL MUNDO REAL!¡SITÚATE!
DE REPENTE CONSTATÉ QUE ESE TIPO ERA RICO Y EFECTIVAMENTE EL HIJO DE PUTA ESTABA BIEN SITUADO
MAESTRO UN ABRAZO
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